martes, 12 de junio de 2018

NUESTRA NUEVA CASA VIEJA

No sabéis las ganas qué tenía de anunciar esto. ¡Tenemos casa nueva!

Estos últimos días habréis notado mi ausencia por RRSS y por el blog, pero es que estábamos muy ajetreados tramitando lo que va a ser nuestro nuevo hogar. Hemos pasado muchos nervios, pero también muchas emociones. Así que a pesar de que ya no queríamos ser propietarios, nos hemos liamos la manta a la cabeza y os presentamos:

 Nuestra nueva casa vieja






La puerta ya promete con ese decaapado natural. Estamos hablando una casa construida en 1935, de esas que están a punto de caerse (es un decir) y que poco mantenimiento han hecho desde entonces... Sabemos que tenemos muuuucho trabajo por delante! pero no podemos estar más ilusionados, porque vamos a crear algo nuestro, a nuestro gusto, a nuestra manera y necesidad. 

No es una casa en la que podamos irnos a vivir en unos meses (ojalá), hay que redistribuir las habitaciones, quitar tabiques, el falso techo, instalaciones nuevas, sanitarios, cocina, suelo, puertas, fachada, garaje, terraza... ¿terraza? Es que ni me lo creo que vaya a tener una terraza, y menuda terraza!! Es una de las cosas que más nos enamoró desde el primer momento y que por supuesto os enseñaré en breve.

pero...¿por qué una casa antigua de pueblo?

Hemos escogido una casa antigua porque las casas nuevas no nos dicen nada. A menudo dan la sensación de frialdad y carencia de alma. Para nosotros, una casa antigua es una casa con historia, con vivencias y con alma. Una casa de las que ya no se hacen y donde se puede conservar lo antiguo de nuestras costumbres y tradiciones de la zona, apreciando así su arquitectura y la belleza que nos muestra como ha evolucionado la casa según las necesidades de cada familia que ha vivido ahí.

Nuestro sueño siempre ha sido una casa de pueblo, antigua, rodeados de naturaleza y de tranquilidad... Es cierto que a veces parece que vivir en un pueblo se considere algo aburrido, con pocas posibilidades y da la sensación de que te vas a quedar estancado a nivel social y cultural, pero no tiene nada que ver.... el que se estanca es porque quiere. Vivir en un pueblo, no significa que no puedas salir de él, hoy en día tenemos muchos medios de transporte y en unos minutos puedes estar paseando por una ciudad y cuando te canses del estrés, te vuelves a la tranquilidad del pueblo. Nuestro estilo de vida es tranquilo y casero. Quizás por eso, nos encanta disfrutar de estos momentos aquí y en paz.


De momento y como modo informativo os enseño la entrada, pero si os apetece, iré mostrando por Stories de Instagram las cosas que hemos encontrado en la casa, pues lleva unos 20 años cerrada y entrar en ella es como retroceder en el tiempo. Me encanta.

Y por supuesto, también iré mostrando los cambios por el blog y RRSS


Hasta muy pronto bonicos,

Lorena.









1 comentario:

  1. Para la decoración de tu hogar te invitamos a conocer nuestras alfombras artesanales en la tienda online. Son hechas a mano en Nepal, Turquía, Marruecos y en la India y vendidas bajo la filosofía del comercio justo.

    Saludos. :)

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